Acércame tu pantalón blanco

"[...]Y el lunes llegó y se me llevó la resaca", decía el poema. Porque "un domingo sin resaca es como una sandía con sombrero: se puede hacer, pero queda raro", que decía el poeta.
¡Qué pasa, teutones! Yo aquí ando, discutiendo con Hobbes, que tiene el día tonto porque ligó con una pero no le contesta, y ya le he dicho yo que no pasa nada, por mucho que Rousseau se liase con tres, su teoría del contrato social es más de mi gusto. Pasa que él está herido en su orgullo y... ¡mira! ya le ha contestao.
Y esto sucede en el fin de semana que debí quedarme en Bonn, pero, en embargo, fui llevado por la senda del vicio y el pecado a la ciudad del idem: Amsterdam.
Serían las 23:54, aproximadamente, cuando me convencieron de arrojar perjuicios y orgullos al contenedor pertinente para enrolarme en la aventura del mes.

"A todas luces será el viaje del siglo"
The Sun
"Toda alma ha de explorar sus límites sobrepasándolos"
No te sé que te diga

Y claro, yo me dejé llevar por el sensacionalismo inglés, y caí.

¿Que cómo me fue? El balance no puede ser más menos, y con eso te digo na y te lo digo tó (un beso para mi musa, que te amo toa). Eso sí, vicio, vicio, lo que se dice vicio, no, que allí no hay dinero para pervertirme a mí.
Pero la pregunta, que os difuminais más que con el sfumato, es: ¿puede mi retórica hacer que os pleguéis a mis ideas más que un video rodado por mí mismo o por mi no-tan-voluntario-cámara, respectivamente? Pues es lo que me vais a contar en la encuesta de esta semana, cuyo título ya veis referido en la columna adyacente.
De aquí en adelante tendréis oportunidad de asistir a mi salto al celuloide con 12 o más videos de un minuto cada uno, célula arriba, célula abajo.
Así que hala, a darle al ratón y cambiarse de ordenador o lo que haga falta para contabilizar más votitos.