Se te nota en la mirada, que vives enamorada, te ha tratado bien la suerte (8)... Corta, corta. No me encuentro, ¿te importa que acabemos por hoy?
- Claro, Michael, bien ahí.
- ¡Hola, Michael!
- Tres personajes en escena, esto es novedad. Qué pasa, Mickey, ¿algún mensaje para mí?
- Nada que no pueda evadir. ¿Vendrás a la fiesta de graduación?
- ¿Dónde es?
- Por Iglesia.
- Sigue. ¿Qué hay, chicas?
- Sábado 19. Barra libre durante 5 horas. Primeras marcas. 25 €, pero eso va a cuenta de la productora, claro, como los baños de marfil.
- ¿No tengo Bar mitzvah el 19?
- No, Bar Nazarino.
- Aha, qué grupazo.
- Señor Bublé, ¿me firma el escote?
- ¿Haces pecho superior además de medio y bajo?
- Sí, señor, y antes de lo demás, porque los músculos débiles se entrenan al principio, cuando se tiene más fuerza.
- Cómo lo sabes... Quiero flores. Traje negro. Toallas nuevas. Corte Inglés. Y nada de gogos. Las últimas no sabían lo que hacían.
- ¿Y la purpurina?
- Pppffff... Es que sé que ahora te digo que sí por el subidón de haber grabado el mejor disco ever, pero llegado el momento no descarto pronto de superstar en el que mande todo el montaje al traste lleno de ira.
- ¿Qué quieres que haga con ella?
- Dónala a algún país africano. Ellos lo agradecerán más que mis miles de fanes.
- ¿Qué tal Andorra? Está libre de impuestos.
- Venga.
- Una cosa más: ¿te anuncio o harás como que no pensabas ir, por tus cienes de compromisos, tanto aquí como en Japón, donde te adoran sin comprenderte del todo, como el flamenco, pero que has acabado cediendo, que no acabando cedido, a un muy buen amigo tuyo como es otro de los grandes y con el que tienes una sana competencia?
- ¿Qué, perdona? Es que estaba subiéndome a mi descapotable modelo del 56, rojo original y pensando en la gachí que me tiene loco y no te he prestado atención, aunque si mientes me daré cuenta: canto swing, ¿sabes?
- Algo había oído... ¿Evian?
- Pues mira, me viene fetén para el camino. ¡Ciao, Mickey!
- Hazme una perdida cuando llegues para saber que estás bien.
- O te llamo, ¿no?
- No te gastes el saldo, que yo no soy Movistar.
- Ah, es verdad... Bueno, pero te llamo igual, ¿vale?
- Mándame un mensaje y ya está.
- Claro, Michael, bien ahí.
- ¡Hola, Michael!
- Tres personajes en escena, esto es novedad. Qué pasa, Mickey, ¿algún mensaje para mí?
- Nada que no pueda evadir. ¿Vendrás a la fiesta de graduación?
- ¿Dónde es?
- Por Iglesia.
- Sigue. ¿Qué hay, chicas?
- Sábado 19. Barra libre durante 5 horas. Primeras marcas. 25 €, pero eso va a cuenta de la productora, claro, como los baños de marfil.
- ¿No tengo Bar mitzvah el 19?
- No, Bar Nazarino.
- Aha, qué grupazo.
- Señor Bublé, ¿me firma el escote?
- ¿Haces pecho superior además de medio y bajo?
- Sí, señor, y antes de lo demás, porque los músculos débiles se entrenan al principio, cuando se tiene más fuerza.
- Cómo lo sabes... Quiero flores. Traje negro. Toallas nuevas. Corte Inglés. Y nada de gogos. Las últimas no sabían lo que hacían.
- ¿Y la purpurina?
- Pppffff... Es que sé que ahora te digo que sí por el subidón de haber grabado el mejor disco ever, pero llegado el momento no descarto pronto de superstar en el que mande todo el montaje al traste lleno de ira.
- ¿Qué quieres que haga con ella?
- Dónala a algún país africano. Ellos lo agradecerán más que mis miles de fanes.
- ¿Qué tal Andorra? Está libre de impuestos.
- Venga.
- Una cosa más: ¿te anuncio o harás como que no pensabas ir, por tus cienes de compromisos, tanto aquí como en Japón, donde te adoran sin comprenderte del todo, como el flamenco, pero que has acabado cediendo, que no acabando cedido, a un muy buen amigo tuyo como es otro de los grandes y con el que tienes una sana competencia?
- ¿Qué, perdona? Es que estaba subiéndome a mi descapotable modelo del 56, rojo original y pensando en la gachí que me tiene loco y no te he prestado atención, aunque si mientes me daré cuenta: canto swing, ¿sabes?
- Algo había oído... ¿Evian?
- Pues mira, me viene fetén para el camino. ¡Ciao, Mickey!
- Hazme una perdida cuando llegues para saber que estás bien.
- O te llamo, ¿no?
- No te gastes el saldo, que yo no soy Movistar.
- Ah, es verdad... Bueno, pero te llamo igual, ¿vale?
- Mándame un mensaje y ya está.
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