Iba yo de la mano y me cogiste de peregrino, y así es como conocí a vuestra madre.
- ¿Podemos irnos ya?
- Tú, sí. Tu hermana tiene algo que contarme, como bien sabemos por el cebo de "en capítulos anteriores...".
- ¿Pero yo me puedo ir, ¿no?
- Sí, pero no delincas, que ya no te quedan puntos en el carnet de cónsul.
¡Qué pasa, artemaníacos! ¿Qué onda?
- ¿Cero?
- No, pero casi. Ten tu premio de consolación.
- ¡Si es Adriana Lima!
- ¿Y a que consuela? Hay que ser pragmáticos...
- ¡Gracias!
- A ti, hijo, a ti. Y ahora coge el frisbee. Os cuento: tengo una pena, una pena muy grande, por los MTVMA, que no es una cadena de radio estadounidense, sino los premios MTV. Pero, on the other hand, llevo una marcha en el cuerpo que no me tengo: este pasado fin de semana lo hemos quemado en un pueblecito de la costa oeste, al sur de San Francisco: ¡Tui!
- Jesus.
- Esta precioso, verde y algún día todo lo que baña la lluvia será tuyo. Mientras, seguiremos peleando por la herencia con tus tíos, que todo lo quieren para ellos. No hace falta decir que nos encontramos ante un claro caso de clivaje centro-periferia, con uno de rural-urbano y patatas y refresco por 4,95€. Puede parecer una ganga, pero allí la vida tiene otro ritmo, otros precios, y ninguna chica mona, aunque todas solas.
Pero viajemos un poco más en el tiempo.
- ¿A dónde, señor?
- A la quinta con la 86. Y mientras mi taxista indio pero honrado nos guía por callejuelas "para evitar el tráfico" os comento el finde anterior. Valencia fue mi destino, aunque si sigues con citas tan curradas puede que lo seas tú, depende un poco de la productora y de mis ganas de seguir siendo tronista. Allí sol, playa y diversión por cortesía de Pepsi y sin las cámaras de Antena 3 dando fe de ello. Eso significa que hicimos un coast to coast, por lo que saldré en todos los programas deportivos de la semana. Luego completaré una temporada mediocre y viviré abrazado al globo que conmemora mi hazaña.
- Qué gran político era.
- Por otra parte, pronto dominaré el mundo a golpe de tacón y tendencia y no me hará falta estar licenciado desde marzo, porque yo soy así y así seguiré. Cambio y corto.
- ¿Podemos irnos ya?
- Tú, sí. Tu hermana tiene algo que contarme, como bien sabemos por el cebo de "en capítulos anteriores...".
- ¿Pero yo me puedo ir, ¿no?
- Sí, pero no delincas, que ya no te quedan puntos en el carnet de cónsul.
¡Qué pasa, artemaníacos! ¿Qué onda?
- ¿Cero?
- No, pero casi. Ten tu premio de consolación.
- ¡Si es Adriana Lima!
- ¿Y a que consuela? Hay que ser pragmáticos...
- ¡Gracias!
- A ti, hijo, a ti. Y ahora coge el frisbee. Os cuento: tengo una pena, una pena muy grande, por los MTVMA, que no es una cadena de radio estadounidense, sino los premios MTV. Pero, on the other hand, llevo una marcha en el cuerpo que no me tengo: este pasado fin de semana lo hemos quemado en un pueblecito de la costa oeste, al sur de San Francisco: ¡Tui!
- Jesus.
- Esta precioso, verde y algún día todo lo que baña la lluvia será tuyo. Mientras, seguiremos peleando por la herencia con tus tíos, que todo lo quieren para ellos. No hace falta decir que nos encontramos ante un claro caso de clivaje centro-periferia, con uno de rural-urbano y patatas y refresco por 4,95€. Puede parecer una ganga, pero allí la vida tiene otro ritmo, otros precios, y ninguna chica mona, aunque todas solas.
Pero viajemos un poco más en el tiempo.
- ¿A dónde, señor?
- A la quinta con la 86. Y mientras mi taxista indio pero honrado nos guía por callejuelas "para evitar el tráfico" os comento el finde anterior. Valencia fue mi destino, aunque si sigues con citas tan curradas puede que lo seas tú, depende un poco de la productora y de mis ganas de seguir siendo tronista. Allí sol, playa y diversión por cortesía de Pepsi y sin las cámaras de Antena 3 dando fe de ello. Eso significa que hicimos un coast to coast, por lo que saldré en todos los programas deportivos de la semana. Luego completaré una temporada mediocre y viviré abrazado al globo que conmemora mi hazaña.
- Qué gran político era.
- Por otra parte, pronto dominaré el mundo a golpe de tacón y tendencia y no me hará falta estar licenciado desde marzo, porque yo soy así y así seguiré. Cambio y corto.
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