Abrígate como puedas

-¿Qué hay, encanto?
-Lo de siempre.
-No sé por qué no me lo creo. ¿Conoce a Denters?
- ¿Quién?
- Bas Denters, trabajaba aquí hace no mucho.
- Lo cierto es que no sé de qué está hablando y tengo clientes que atender, sargento.
- Detective, gatita, y guarda las uñas, que ya me han herido bastante.
- Tiene ud unos modales que le quitan a una las ganas de cobrarle los cupones.
- Vamos, bombón, dime lo que quiero oir y todos seguiremos bailando.
- Mire, amigo, yo no tengo nada que ocultar, así que page y lárguese.
- Tiene caracter la gachí... Mire, yo lo veo así: la vieja se moría y el tiempo se les acababa. Había mucho dinero de por medio, así que alguien contrató a Denters para que hiciera lo que mejor sabe hacer: limpiar la ropa de otros. La cosa se complicó como se complica un colacao hecho con leche fría y él amenazó con acudir a la policía, lo que hizo enfadar a su jefe, que, por cierto, no deja de mirarme. Será por lo bien que le sienta la falda. El pollo se echó atrás más que los asientos de un Twingo y se le ocurrió la feliz idea de que usted estaría más guapa rodeada de mariachis, tequila y extraños. A su hombre, es decir, nuestro hombre, no debió de hacerle gracia y se abalanzó sobre el asunto como Belén Esteban sobre el share, y lo zanjó más rápido que la concesión de un crédito por televisión.
- Diga lo que quiera, polizonte, pero pienso cobrarle la bolsa igual.
- Por mí como si toma la sopa con tenedor. Quiero hablar con el encargado.
- ¿Qué encargado?
- El que tengo aquí colgado.
- Era de esperar.
- ¿Cuándo sale?
- Lo pone en la puerta.
- Por fuera.
- ¿Y por qué no lo mira?
- Si seguimos así acabaré por sentir algo, puede que no sea bonito, pero menos es nada. Y ahora que hemos intimado, ¿por qué no hace la vista gorda y anota que superé los 5€? Así podrá darme la bolsa por un tiempo mejor.
- Buen intento, pero si puede costearse Central Lechera Asturiana, puede con una bolsa.
- Renunciar al sabor no es una opción, como tampoco lo es la luz apagada.
- No me diga...
- Sí, y deje que le diga algo más: tengo el coche sin ticket.
- Se mueve en el filo de la navaja, ¿lo sabía?
- No antes de conocerla.
- ¿Tiene tarjeta Caprabo?
- Me la he dejado en la otra cartera, la que está a rebosar.
- No tiene usted pinta de coleccionar billetes.
- También hago colección de rubias.
- Veré si mi madre tiene un hueco.
- Mire donde debería estar el corazón. Y no se olvide de enviar poema al 7777, son originales.
- Vuelva cuando quiera, polizonte.

DEP, señor Nielsen.

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