¿Esto es un lunes corriente? Pero si ya parece que esté usado. ¿Lo has usado tú? Préstame atención cuando te hablo, que luego tiras cubiertos a la basura sin darte cuenta y tenemos vajillas dispares. ¿Es eso lo que quieres, vajillas dispares? No dispares de que no sean pares, entiéndeme, no como Catherine a Michael y viceversa, sino de esas que quieres poner todos los tenedores juntos ocupando el menor espacio posible, no como un par de ancianos con respecto a la acera, y de repente te encuentras con que no venden batido de chocolate en Tigger y que el contorno no es parejo. Y luego, ¿qué? Pues todo al caos de antes de que lo legalizara Ikea, cuyas siglas no comprendo.
- Yo todo al rojo.
-
¿A nombre de quién?
- Atiende a cómo te miro con mis
ojos azules y mis morritos de niño huérfano cooptado por el MI6, pero no dejes
de mirar mi peluco, que Omega no escatima.
- ¡Mi hasta ahora primer 007
favorito de los últimos tiempos! Sean es el segundo, pero que nadie le pierda
de vista, o desbaratará todo mi elegantemente confesado plan.
- ¿En qué consistirá esta vez,
Doctor?
- Doctor.
- Doctor.
- Doctor.
- Doctor.
- Doctor.
- Doctor.
- Pues como la crisis acucia,
porque sólo así se puede entender que Jorge Sanz siga apareciendo en
televisión, provocaré tantos encuentros físico-casuales con usted en mi
guarida, de la que me vas a perdonar, porque está todo hecho un desastre, que
se le echarán todos los trajes a perder, merced al pelo de gato.
- ¿Eso es todo?
- Los sobres de ketchup extra se
cobran aparte, pero no, eso no es todo. ¡”Esto” es todo!
- Eso qué va a ser un todo… Eso
es una cuchara.
- Veo que conoces el juego de la
navaja-cuchara, o del todo-nada, según en qué hemisferio estés.
- Habíamos quedado en que todo al
rojo, güey.
- ¿Qué ha sido eso?
- Doblaje latino. Culpa mía.
Prosigue.
- Asimismo, que es un término del que me vas a
decir tú cuánto uso haces, porque yo lo veo ahí, muerto de risa en el cuarto de
juegos que te construyeron en “Esta casa era una ruina”, habiendo tantos
juristas que le sacarían tantísimo provecho.
- ¿Más que un italiano a un
piropo?
- Me temo que no soy sociólogo,
señor Bond. La doble licenciatura no suele incluirla, así que sólo le diré que
la segunda parte de mi plan consiste en crear un rayo de onda súper-larga que
active las nanomáquinas que hemos ido suministrándole durante años a través del
whiskey, pasa que, como en los afterworks
se daba al Gin Tonic, nos hemos visto obligados a acelerar el plan, y por eso
tiene usted una factura de móvil más alta de lo que esperaba.
- Así no vamos a ninguna parte…
¿Dónde está mi cámara, que le voy a disparar para la intro? ¡Qué pasa,
artistas! ¿Preguntándoos en qué fallamos con Shaq? Demasiada/insuficiente
atención. Todo se resolverá en el reallity,
no os preocupéis.
- ¿En el de Amish Mafia?
- No, pequeño Joselito, no. Yo
estoy fetén. Me hago cargo de la pensión de viudedad de la primera mujer de All
Bandy, y de que es un estado que no conviene airear así como así, pero Dixan ha
hecho que me deje llevar. ¿Podríamos estar hablando de euforia? Eso sería una
falsificación, y Calvin Klein tiene abogados guapos y poderosos, como Arrow. No.
Yo te hablo de un lugar con chocolate a mitad de precio, y de un trabajo en un
despacho donde te obligan a inscribirte en la liga de futsal del ICAM. Por eso
vendí mis libros para comprarme lentillas.
El caso es que, para el que se
acabe de actualizar el Adobe Reader, sigo trabajando en una firma de propiedad
industrial e intelectual. Con mi ordenador y un antifaz, imparto justicia con
horario ilimitado y toda el agua embotellada que Gisele necesita. Hay que
marcar el cero para llamar al exterior, pero a estas alturas, ya nada es como Ismael
Serrano lo descrantaba. ¿Qué tiene de bueno? Pues agárrate, a mi silla, por
ejemplo, que es negra y está pensada para mi potencial obesidad, que te lo
cuento. Pero antes, otro vasito de agua por cuenta de la casa, ¿eh? ¿Qué me
cuentas en este descansito? ¿Los ecologistas te han amnistiado, porque
comprenden que es mejor imprimir que curar? Oh, Frank, eres de lo que no hay…
En fin, que ya se ha acabado mi turno y no tengo por qué soportarte. ¡Buen
finde!
- Pero si es lunes.
- Y a mí me pone que no hay
espacio suficiente en la memoria, pero ya ves que es mentira.
- ¿Y qué hay de la ruta de la
tortilla? ¿Quién la recorrerá conmigo ahora?
- Eso es algo que tendrás que averiguar
tú, joven Valentino, como por qué miras tanto el David de Miguel Ángel. La
moda, y por ende el mundo entero, depende de ti. Pero no te tenses, que este
trabajo está pensado precisamente para acercarte a tu osteópata. Y no dejes de
lavarte los dientes tres veces al día, que no me vale que lo hagas una durante
9 minutos.
Adieu.
0 comentarios:
Publicar un comentario