Angy tiene una relación complicada

Este es un caldo excelente. Afrutado, maduro, vivo.
- Es de Aneto, señor.
- Pues póngame dos tazas.
- Mida sus fuerzas, señor, que luego el Pontiac tiene que estarle cómodo.
- Descuide.
- No, descuide usted.
- No, tú.
- Tú.
- Ay, no, tú.
- Venga, va, cuelga tú.
- Lo haré, pero de las perdidas de "pienso en ti" no te vas a librar, bribón.
- No caliente lo que no se vaya a comer, que pierde las vitaminas.
- Ya mi madre me advirtió que se divierten con unas y se casan con otras, así que sé de qué va esto.
- ¿La cuenta?
- No, es que tengo tics del iPhone. Pero apúntate 100$ de propina a mi cuenta, por observador.
- Las propinas se dejan en la mesilla, ya lo sabe.
- Sé mucho más de lo que dije en el discurso de investidura, pero no por ello voy pisando fuerte, pisando fuerte, para atemorizar a los socios junior.
- La categoría estaba huérfana hasta su llegada.
- Nunca sé cuándo me vacilas porque el paso de estamentos a clases aún me tiene atolondrado, razón por la que me he comprado una Vesta 125 primavera que no pienso montar, de manera que no llamaré al encargado para seguir con la cosa esta de The Game que me ha montado mi entorno para que vuelva a ser el hombre cercano de los reportajes de Hola! que era.
- Un salón impresionante.
- Lo primero que cogí al abrir el vestidor, modelo Clothesmood, ¿sabes?
- No me canso de que alterne tuteo con ¿ustedeo?
- Para que luego digan que un crédito de libre configuración no tiene secuelas.
- No, eso lo decían de Star Wars.
- Bah, a mi pluma Montblanc y a mí no nos aburras con los matices.
- ¿Quiere hacerle saber la Junta de accionistas su estado?
- Que lo miren con su BlackBerry, que estoy cansado.
- Todo el día en la biblioteca agota a cualquiera.
- Pues no, he estado ligando con un bedel para que me diga las preguntas del examen, listo.
- Cuando no duerme se pone muy tonto, señor.
- A lo mejor si no tuviera que engominarme el pelo todos los días tendría más tiempo para mis hobbies.
- Hobbits, señor, lo que tiene atados a la entrada son Hobbits.
- Algo había oído.
- Ea, ea, ea.
- Paso de ti. Me voy a mi castillo con mazmorra, pero que sepas que no salgo nunca de él sin hacer la cama y sin esto.
- Oh, Dios mío ¡un arma!
- Es un flexo, pero gracias por el pavor.
- No hay de qué, señor.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

A ti, querido amigo:

He de agradecerte que hayas decidido visitar mi Blog (no cabe duda de que tienes un gusto exquisito). Y si en realidad has tropezado y caído aquí, o sólo has entrado para ver cómo se salía, te invito a que te des una vuelta. Aunque recuerda: se toca, pero no se mira.

El Consultorio de César

Aquí tenéis la cuenta de correo a la que podéis dirigiros para las dudas, sugerencias e insinuaciones. Usadlo con moderación: soycesarpaul@gmail.com