Un acertijo siempre preparado. Tan vital como Concha Campoy como sabido es que, de vuelta a casa con los tacones en la mano y la vergüenza en el olvido, pasas por un puente bajo el que hay tesoros (un beso para la comunidad gay), ejecutivos con 3 pensiones alimenticias que pagar y trolls que pensaste que habías esquivado en la dancefloor ... ¿qué haces?
- Mear, tía.
- Sí pero no, chiqui: te topas con que no puedes cruzar porque te liaste con uno hace no tanto, ¿eh? y no le llamaste ni aceptaste su solicitud de amistad.
- Es que era una maniobra más sucia que el Tratado de Fontainebleau.
- Por lo que sea, pero el caso es que sin ese acertijo que tu abuelo te enseñó mientras hacíais tai-chi en la playa al atardecer antes de que se pusiera de moda no llegarás a Plaza de Castilla a tiempo y tendrás que casarte por conveniencia para pagar el taxi. Parece más prometedor que comprarse una hamburguesa de 1€, pero recuerda que tus sentimientos van en chandal y los suyos visten de Dior.
- Mear, tía.
- Sí pero no, chiqui: te topas con que no puedes cruzar porque te liaste con uno hace no tanto, ¿eh? y no le llamaste ni aceptaste su solicitud de amistad.
- Es que era una maniobra más sucia que el Tratado de Fontainebleau.
- Por lo que sea, pero el caso es que sin ese acertijo que tu abuelo te enseñó mientras hacíais tai-chi en la playa al atardecer antes de que se pusiera de moda no llegarás a Plaza de Castilla a tiempo y tendrás que casarte por conveniencia para pagar el taxi. Parece más prometedor que comprarse una hamburguesa de 1€, pero recuerda que tus sentimientos van en chandal y los suyos visten de Dior.
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