Cosas importantes de la vida

Unos labios hidratados. Estando a punto de perder la vida en la II Guerra Mundial, le ofrecí mi vaselina a mi compañero, porque él ya se la había comido toda. Pero él me dijo que no hacía falta, que tenía crema de manos Nivea. Le grité mientras lloraba que no fuese tonto, que ya encontraríamos algún chino de aquí a Stalingrado, pero se negó, porque él sabía que lo único que necesitaba era algo de grasa. Así que, si alguna vez os veis envueltos en la II Guerra Mundial y se os secan los labios, no dudeis en besar al tipo más gordo de la compañía.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

A ti, querido amigo:

He de agradecerte que hayas decidido visitar mi Blog (no cabe duda de que tienes un gusto exquisito). Y si en realidad has tropezado y caído aquí, o sólo has entrado para ver cómo se salía, te invito a que te des una vuelta. Aunque recuerda: se toca, pero no se mira.

El Consultorio de César

Aquí tenéis la cuenta de correo a la que podéis dirigiros para las dudas, sugerencias e insinuaciones. Usadlo con moderación: soycesarpaul@gmail.com