... ¿Entonces me dices que si me tomo esto seré más mística que Shakira pero sin obsesionarme por un rubio nada natural?
- No, he dicho que puede devolverlo en 15 días siempre que estén todos los papelitos y plásticos en la caja.
- ¿Aunque sea un vestido?
- Mientras no se note que le sirvió para tontear con ese chico con el que lleva haciendo ojitos desde 2º, sí.
- Qué novedad, más que las declaraciones del último florero de Madonna.
- No se merecen. ¿Quiere que se lo envuelva para regalo?
- Pero si el precio ya es un regalo, no te molestes. Ahora, tu número sí que lo querría, por si falla la batería o se me pincha una rueda y no tengo la tuerca de seguridad.
- Con lo atentos que son en la Mutua...
- No siempre, que el otro día llamé porque me sentía más solo que Sara Montiel y me mandaron un chico sin intereses afines.
- ¿Le gustaban los musicales, eh?
- Yo lo intenté, ¡vive Dios que lo intenté! Pero la cosa no salió y ahora le tengo que devolver sus discos en una caja.
- ¿Quiere desahogarse con la audiencia?
- ¿Puedo?
- Dele ahí.
- ¡Qué pasa, artistas! Yo a Boston y tu a Col...California, se dijeron las gemelas Olsen mientras removían el laxante. Reentramos en el 10º fin de semana consecutivo, por lo menos, sin huracanes relevantes, porque Tito Puente está reposando, y lo hacemos con la energía de unas luces de navidad minimalistas y un Red Bull. Lo sé, me miran con desprecio y celos de los verdes que conjuntan por ser un tono de la tierra, tan propicio en esta época del año, desde su carruaje último modelo tirado por caballos de toda la vida. Y, ¿por qué? Porque me abro paso a golpe de flequillo y sin abusar de los codos, que son la parte mas dura y por eso la usan tanto en Ong Bak como en el restaurante de Sergi Arola, que no es gay.
No puedo dar detalles de la importante operación monetaria en que ando metido, porque la celda que yo querría está ya cogida hasta la segunda quincena de enero y yo para ir mal a la cárcel, no voy.
- Alguna novedad más habrá, ¿eh, pillastre?
- El brillo de mis ojos no delata amoríos, si es ahí a donde vas.
- ¡Qué bellaco! ¿Vas a negar que hay alguien en tu vida?
- Sara y yo sólo somos amigos, nada más. Además, Iker es mi compañero desde hace 15 años. Si lo hirieran a él, me sangraría a mí también, así que no quiero volver a oir hablar del tema, ¿me ha oído?
- El caso no está cerrado, Malloy.
- Váyase al infierno, capitán. Yo estaré en uno de esos bares donde nunca hay humo pero hay peleas y drogas.
- No, he dicho que puede devolverlo en 15 días siempre que estén todos los papelitos y plásticos en la caja.
- ¿Aunque sea un vestido?
- Mientras no se note que le sirvió para tontear con ese chico con el que lleva haciendo ojitos desde 2º, sí.
- Qué novedad, más que las declaraciones del último florero de Madonna.
- No se merecen. ¿Quiere que se lo envuelva para regalo?
- Pero si el precio ya es un regalo, no te molestes. Ahora, tu número sí que lo querría, por si falla la batería o se me pincha una rueda y no tengo la tuerca de seguridad.
- Con lo atentos que son en la Mutua...
- No siempre, que el otro día llamé porque me sentía más solo que Sara Montiel y me mandaron un chico sin intereses afines.
- ¿Le gustaban los musicales, eh?
- Yo lo intenté, ¡vive Dios que lo intenté! Pero la cosa no salió y ahora le tengo que devolver sus discos en una caja.
- ¿Quiere desahogarse con la audiencia?
- ¿Puedo?
- Dele ahí.
- ¡Qué pasa, artistas! Yo a Boston y tu a Col...California, se dijeron las gemelas Olsen mientras removían el laxante. Reentramos en el 10º fin de semana consecutivo, por lo menos, sin huracanes relevantes, porque Tito Puente está reposando, y lo hacemos con la energía de unas luces de navidad minimalistas y un Red Bull. Lo sé, me miran con desprecio y celos de los verdes que conjuntan por ser un tono de la tierra, tan propicio en esta época del año, desde su carruaje último modelo tirado por caballos de toda la vida. Y, ¿por qué? Porque me abro paso a golpe de flequillo y sin abusar de los codos, que son la parte mas dura y por eso la usan tanto en Ong Bak como en el restaurante de Sergi Arola, que no es gay.
No puedo dar detalles de la importante operación monetaria en que ando metido, porque la celda que yo querría está ya cogida hasta la segunda quincena de enero y yo para ir mal a la cárcel, no voy.
- Alguna novedad más habrá, ¿eh, pillastre?
- El brillo de mis ojos no delata amoríos, si es ahí a donde vas.
- ¡Qué bellaco! ¿Vas a negar que hay alguien en tu vida?
- Sara y yo sólo somos amigos, nada más. Además, Iker es mi compañero desde hace 15 años. Si lo hirieran a él, me sangraría a mí también, así que no quiero volver a oir hablar del tema, ¿me ha oído?
- El caso no está cerrado, Malloy.
- Váyase al infierno, capitán. Yo estaré en uno de esos bares donde nunca hay humo pero hay peleas y drogas.
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