De las relaciones

Os voy a contar una de vaqueros.

Andaba un muchachote con el amor subido, cuando conoció a la que, a la postre, sería su pareja y ex (Pero no a la vez, sino sucesivamente). La cosa duró lo que duró y, en lineas generales, se quedó con lo malo, porque todo lo bueno, juventud incluida, se lo llevó ella. Es broma. Se lo llevo todo.

No obstante hoy mantienen una buena relación. ¿Se puede mantener una buena relación después de fracasar en una más profunda? Pues mira, se ve que sí. Sobre ésto ya ahondaremos en mejor ocasión.

Como en toda relación las mutuas influencias se produjeron con frecuencia, si bien la intensidad de las mismas no tenía idéntica fuerza en ambas direcciones. Por supuesto él da por sentado que ella reconoce y agradece las lecciones. Por supuesto ella da por sentado que él comprende que era parte de su evolución y que habría llegado al mismo punto sin su ayuda. Por supuesto.

Su historia anduvo paralela, para más inri, por aquéllo de compartir residencia y aula. Lo que en un principio era todo un lujo, se convirtió en un incordio, máxime cuando entraron los nuevos rollos en escena. Porque entraron y de qué manera.

El sujeto en cuestión no merece mayor atención, pero la situación a la que dio lugar, sí.

Como sabréis el concierto de AC/DC se celebrará próximamente en Madrid, harto tiempo despúes de su última visita y sin que apenas existan posibilidades de asistir al regreso, toda vez que no guardases cola durante días.

Pues resulta que la chiquilla consiguió entradas y, fruto de la excelente relación que los une y quién sabe si por los viejos tiempos, le propuso al interfecto acompañarla.

Todo el que conozca el tema coincidirá en que, por lo valioso del bien en cuestión, se presume gato encerrado. Todo el que lo conozca, menos aquí mi primo.

Es un genio, así que al cabo de las horas cayó y espetó: ¿de dónde has sacado tú esas entradas?

De mi rollo - respondió ella. -Ah... pues...déjalo... - acertó a susurrar ello. - Jo, pues es una pena. Tú te mereces ir más que yo -. Fin.

¿Que qué cara se le quedó al pobriño? Os hacéis una idea. ¿Qué lo llevó a llegar a dar las gracias por la propuesta? Los que habéis tenido pareja lo sabéis de sobra, no seáis malos. Pero para los que seguís solterotes os digo: ¡Echaos novia de una santa vez! ¿Que no os da vergüenza con la edad que tenéis no haberos comprometido aún? Sentad la cabeza y sed lo que vuestras muchachas merecen: un marido ideal y un buen padre de familia (en el sentido del Código Civil). Que luego se reduce el nivel de fertilidad y pasa lo que pasa. Y si fuman y beben, más. Por ello no busquéis esposa en la ciudad, que allí son mucho de la juerga y poco de su casa.

He dicho.