Balón propio. Un espíritu libre no puede estar dependiente ni de Zara ni de quién es el dueño por si le deja jugar. Cierto que acarrea una gran responsabilidad, porque, si nadie más se ha traído y se cuela, la patria se hace añicos y aún queda un rato largo para la hora de cenar. Las alternativas están ahí, como el fichaje del Kun, pero con el despecho de no haber marcado delante de la Yanina, nada es lo mismo, como Carlos Baute sin sobeteo. Por eso, ahora que la primera comunión se acerca, a pedirle a los Reyes una pelota reglamentaria de más de 12€, ¿eh? Venga, que luego no quiero oprobios, palabra con la que cierro para que la entrada sea capicúa.
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