...Y por eso tenemos publicidad encubierta en el programa. Y ahora dejad que le dé un trago a mi café irlandés sin café y le damos un aplauso así fuerte a mi sobrino, que esperemos que no me eclipse y acabe yo haciendo por destacar, que no es mi estilo. Dale ahí, regidor.
- No me gusta que me presentes así, tito, que parece que estoy aquí porque mamá te dijo el domingo que me paso el día haciendo nada por casa, con una asignatura de la carrera colgando, y no porque mi CV fue el más selecto de los seleccionados.
- Y a mí me han puesto esta montura que será el hazmerreir en los programas de zaping de televisión dentro de 10 años, pero los dólares, aunque no me abracen al llegar a casa, sí que hacen que me sujeten la puerta en el ascensor.
- ¿Pero no habías dicho que ibas a cenar All Bran y a subir siempre por las escaleras?
- Con chocolate, sí. ¿Vas a empezar con tu sección o voy a tener que ceder a las presiones del consejero delegado para que meta más jamelgas?
- En Cataluña eso no vende, que somos muy cultos.
- Dijo el de la meseta.
- ¿Estamos citando clásicos? Porque, de ser así, voy a pegarle un trago a mi botellín, que después del spinning hay que mirarse al aspejo primero y rehidratarse después.
- Ya... ¿cómo has venido tú hoy?
- En metro, que hoy es viernes y todos cogen el coche. Además, mis gafas me obligan a cuidar del medio ambiente cuando alguien me mira.
- Mira cómo te miro por encima de las gafas.
- He visto tanto anime que ya nada me impresiona. ¡Qué pasa, artistas! ¿Cogiendo número para el finde? No hace falta, que, a diferencia de los amores que merecen la pena, basta con esperar y llega. Yo lo encaro, porque soy de la escuela de la Masía, con un poquito de deporte y otro tanto de cachondeo, aunque siempre hay un momento para leer en el sillón orejero que casi os cuesta la fraternidad al tío Gento y a ti. Cúchame una cosa: lo pasado, pasado.
Y ahora me vas a permitir una licencia, porque a mí eso de que se ganen discos de platino a mi costa, bueno, pero que subas fotos al Tuenti que ponen en peligro mi relación de ya 6 meses con mi churri, no.
- ¿Lo dices por Lady Gaga?
- Pues sí, porque es una vitrocerámica, ¿me oyes?
- ¡Ardilla! ¿Y por qué es una vitro?
- Porque es una calientaollas, que me da su número sin que se lo pida y luego me hace la canción de que no me lo va a coger y luego la de que no la toque y que no diga su nombre. ¿Roberto? Por favor, qué falta de sutileza...
- ¿Te parece bonito repetir lo que ya rompieras a llorar en la última comida? Tienes que gobernarte un poquito, hijo.
- A lo mejor con un puesto de copresentador...
- A lo mejor, a lo mejor, nunca lo sabremos.
- Buah... Entonces ¿dejo mi número y vosotros me buscáis una chiquilla así que sea sincera, guapa, un poco mala y que le guste el flamenquito?
- Sí, hombre, sí, ahora lo ponemos en marcha, pero tú salte por ahí, que tiene que pasar nuestra siguiente invitada.
- Venga, Andreu, un placer, que te veo todos los días.
- No me gusta que me presentes así, tito, que parece que estoy aquí porque mamá te dijo el domingo que me paso el día haciendo nada por casa, con una asignatura de la carrera colgando, y no porque mi CV fue el más selecto de los seleccionados.
- Y a mí me han puesto esta montura que será el hazmerreir en los programas de zaping de televisión dentro de 10 años, pero los dólares, aunque no me abracen al llegar a casa, sí que hacen que me sujeten la puerta en el ascensor.
- ¿Pero no habías dicho que ibas a cenar All Bran y a subir siempre por las escaleras?
- Con chocolate, sí. ¿Vas a empezar con tu sección o voy a tener que ceder a las presiones del consejero delegado para que meta más jamelgas?
- En Cataluña eso no vende, que somos muy cultos.
- Dijo el de la meseta.
- ¿Estamos citando clásicos? Porque, de ser así, voy a pegarle un trago a mi botellín, que después del spinning hay que mirarse al aspejo primero y rehidratarse después.
- Ya... ¿cómo has venido tú hoy?
- En metro, que hoy es viernes y todos cogen el coche. Además, mis gafas me obligan a cuidar del medio ambiente cuando alguien me mira.
- Mira cómo te miro por encima de las gafas.
- He visto tanto anime que ya nada me impresiona. ¡Qué pasa, artistas! ¿Cogiendo número para el finde? No hace falta, que, a diferencia de los amores que merecen la pena, basta con esperar y llega. Yo lo encaro, porque soy de la escuela de la Masía, con un poquito de deporte y otro tanto de cachondeo, aunque siempre hay un momento para leer en el sillón orejero que casi os cuesta la fraternidad al tío Gento y a ti. Cúchame una cosa: lo pasado, pasado.
Y ahora me vas a permitir una licencia, porque a mí eso de que se ganen discos de platino a mi costa, bueno, pero que subas fotos al Tuenti que ponen en peligro mi relación de ya 6 meses con mi churri, no.
- ¿Lo dices por Lady Gaga?
- Pues sí, porque es una vitrocerámica, ¿me oyes?
- ¡Ardilla! ¿Y por qué es una vitro?
- Porque es una calientaollas, que me da su número sin que se lo pida y luego me hace la canción de que no me lo va a coger y luego la de que no la toque y que no diga su nombre. ¿Roberto? Por favor, qué falta de sutileza...
- ¿Te parece bonito repetir lo que ya rompieras a llorar en la última comida? Tienes que gobernarte un poquito, hijo.
- A lo mejor con un puesto de copresentador...
- A lo mejor, a lo mejor, nunca lo sabremos.
- Buah... Entonces ¿dejo mi número y vosotros me buscáis una chiquilla así que sea sincera, guapa, un poco mala y que le guste el flamenquito?
- Sí, hombre, sí, ahora lo ponemos en marcha, pero tú salte por ahí, que tiene que pasar nuestra siguiente invitada.
- Venga, Andreu, un placer, que te veo todos los días.
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