La campaña de la renta 2009 ya ha terminado, pero a mi me tocará estudiármela otra vez en septiembre. Total, que con la canícula estival (fíjate, dos palabras asín cultas y seguidas) me levanto, hago que desayuno y salgo de casa directo a la Delegación de Hacienda de A Coruña, dispuesto a conseguir el nuevo Manual Práctico Renta 2008. De camino, observo a lo lejos el edificio: una mole gris, con ventanas muy pequeñas, que dan al paseo marítimo. Poco a poco me iba acercando, poco a poco me daba más miedo ese edificio. Ya en su fachada, aquello tenía forma de castillo (¿Donde está la entrada?). Recorro la calle siguiendo los muros de la mole gris, tuerzo la esquina y continuo (esto en algún momento tiene que tener una puerta). ¡Ah! Aquí es.
"Vaya por la otra puerta".
"Ah... vale"
Encuentro a unos pocos metros la otra puerta. Pasado su umbral, un arco detector de metales y un vigilante de seguridad. Les dejo reloj y iPod en una bandeja, la bandolera debía pasar por la máquina de rayos. Superados los controles, pensé lo siguiente, como en las películas de acción americanas:
I'm in!
"Una vez dentro, la misión consistirá"... Tenía que preguntar donde se compraban los manuales prácticos. Mientras hacía cola en Información, vi un cartel señalando las distintas zonas de oficinas, A, B y C, pero ninguna indicación de donde vendían los dichosos manuales. Eché un vistazo a las oficinas desde la cola. Por dentro el edificio todavía era más gris, con funcionarios grises atrapados en grises mesas llenas de grises folios reciclados; con grises paredes y grises mostradores; la máquina para coger número era gris también, aunque cuando te sacaba la lengua te daba un ticket blanco como la leche. En definitiva, el edificio gris en sustancia y estoy seguro que en sus sótanos tiene un corazón negro llamado Administración General del Estado.
Seguía en la cola y me asaltó un recuerdo de anoche visto en internet (la parte absurda del post empieza aquí). Al parecer, Steven Seagal, ese adalid de las películas de acción, en las cuales siempre le rompe la mano a alguien, normalmente al malo secundario, que suele ser el matón y mano derecha del malo principal que... El caso es que este hombre y principio de actor, además de repartir hostias como panes en sus filmes, le pega a la guitarra también. Tiene en su haber al menos dos discos editados (según amazon.com). Entonces, viendo el aspecto del edificio, los controles de seguridad, el gris sustancia de todo aquello, me imaginé que aquel lugar bien podría ser el escenario de una película de nuestro querido Steven. Llegaría allí, presentaría su declaración y, ante la enésima respuesta de "le falta un impreso" del funcionario, estallaría en ira y una espiral de puñetazos, patadas voladoras y manos rotas inundaría el lugar, abriéndose paso hasta el núcleo del edificio, donde reside el mal, el corazón negro llamado Administración General del Estado.
"Así que tú eres la Administración General del Estado... Esperaba algo más..."
"¡Siguiente! ... Sí, los manuales son en aquel mostrador de allí".
"Gracias".
"Vaya por la otra puerta".
"Ah... vale"
Encuentro a unos pocos metros la otra puerta. Pasado su umbral, un arco detector de metales y un vigilante de seguridad. Les dejo reloj y iPod en una bandeja, la bandolera debía pasar por la máquina de rayos. Superados los controles, pensé lo siguiente, como en las películas de acción americanas:
I'm in!
"Una vez dentro, la misión consistirá"... Tenía que preguntar donde se compraban los manuales prácticos. Mientras hacía cola en Información, vi un cartel señalando las distintas zonas de oficinas, A, B y C, pero ninguna indicación de donde vendían los dichosos manuales. Eché un vistazo a las oficinas desde la cola. Por dentro el edificio todavía era más gris, con funcionarios grises atrapados en grises mesas llenas de grises folios reciclados; con grises paredes y grises mostradores; la máquina para coger número era gris también, aunque cuando te sacaba la lengua te daba un ticket blanco como la leche. En definitiva, el edificio gris en sustancia y estoy seguro que en sus sótanos tiene un corazón negro llamado Administración General del Estado.
Seguía en la cola y me asaltó un recuerdo de anoche visto en internet (la parte absurda del post empieza aquí). Al parecer, Steven Seagal, ese adalid de las películas de acción, en las cuales siempre le rompe la mano a alguien, normalmente al malo secundario, que suele ser el matón y mano derecha del malo principal que... El caso es que este hombre y principio de actor, además de repartir hostias como panes en sus filmes, le pega a la guitarra también. Tiene en su haber al menos dos discos editados (según amazon.com). Entonces, viendo el aspecto del edificio, los controles de seguridad, el gris sustancia de todo aquello, me imaginé que aquel lugar bien podría ser el escenario de una película de nuestro querido Steven. Llegaría allí, presentaría su declaración y, ante la enésima respuesta de "le falta un impreso" del funcionario, estallaría en ira y una espiral de puñetazos, patadas voladoras y manos rotas inundaría el lugar, abriéndose paso hasta el núcleo del edificio, donde reside el mal, el corazón negro llamado Administración General del Estado.
"Así que tú eres la Administración General del Estado... Esperaba algo más..."
"¡Siguiente! ... Sí, los manuales son en aquel mostrador de allí".
"Gracias".
Steven es lo más ahora. Steven.
ResponderEliminarJajajaja, has puesto hasta la portada del disco!Por supuesto que es lo más, basta poner telemadrid o la sexta para comprobarlo. Con los 80's de revival, no me extrañaría que sacase peli y todo :P
ResponderEliminarPD. Pasen y vean el lavado de cara a mi blog
Steven! Steven, esa coletilla engominada me vuelve crazy rata!
ResponderEliminarMú limpita la cara de tu blog...me gusta que hayas abandonado el gris...
(50% de la Benemérita missing both of you)