¡Qué pasa, tunantes! ¿Cómo avanza el estío? Maravilloso, seguro.
Hoy quería hacer un uso abusivo de esta mi plataforma para desacreditar con razón a la imprenta SÁNCHEZ-ÁLAMO. Está cerca de Valdeacederas, Madrid, Bacon, Georgia, y son de lo peorcito. A mí, que soy un cliente ejemplar, paciente y guapo, me la han liado 2 veces y media, la última de ellas recientemente, con mi reputación de buen hacedor en juego.
Yo les entrego un fichero para imprimir, nada más que eso, imprimir, y me lo sustancian pixelado el fondo y con marca amarilla de agua, ¿vale?
- Sale así en todas. Es todo lo que podemos hacer. ¿Lo quieres o no?
Valientes hijos de... La mujercilla, hija de y del dueño, auténtico artífice de la hasta entonces buena fama del local, me salió con aires altivos porque en el primer encontronazo le dio la gana de alterar el diseño de mi trabajo porque "quedaba mejor así". Todo ello después del OK del diseño de preimpresión y sin llamarme para comunicarme la alteración porque "no había ningún problema, se cambia y listo". Pero, ¿tú te crees?
Así que en estas que declaro públicamente incompetentes a la mentada empresa, a la que insto no acudir si no es en busca de un estropicio. No es nada personal. En verdad no llegamos a las manos, aunque de buena gana le habría recordado el sabor del suelo. TE ODIO.
Que sepáis que todo esto lo hago desde la reflexión y la paz del tiempo transcurrido. Son malos, pero malos, malos.
En embargo no tiene por qué sufrir el gremio de la mala gestión de estos truhanes.
En la calle Santa Engracia, cerca ya de Cuatro Caminos, tenéis PRINT HOUSE. Serios, jóvenes y con medios de sobra. Trabajan con todos los formatos y los precios son buenos. Id.
Y hasta aquí la crítica destructiva de hoy.
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