Yo sé que, a priori, ceteris paribus, ad hoc, etcetera, puede parecer chocante para la época, peeero es cierto (y no tengo que documentarlo) que antaño se hacían este tipo de preguntas. La respuesta podía ser: sí/paso, a lo que había que espetar un: ¿y conmigo? Es lo que se conoce como preguntatrampaaversitecojoytedoycontolo... Con semejante téznica la fecundación estaba casi asegurada. Y recuerda: no uses calcetín como anticonceptivo, tu chica y tu descendencia te lo agradecerán (este es un consejo cortesía del Régimen: ¡te adoramos, caudillo!).
¿Cómo te crees sino que tu abuelo engatusó a tu abuela? Esa historia de que en las fiestas del pueblo la rondó y, finalmente, la cubrió en el granero es mentira. Lo cierto es que esa noche no pasó nada y años más tarde, cuado ambos eran ya unos mozalbetes de muy buen ver, emigraron a la ciudad y allí se reencontraron. Entonces resurgió el amor, pero un amor mucho más maduro, más de los 50, y tras el oportuno cortejo, ella le entregó su corazón y su flor.
Fue precioso y en blanco y negro. FIN. Bueno, fin no, que luego llegasteis tu padre y tú.
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