Brad y Angelina se separan

Señores, señores, por favor, un poco de orden. En breves momentos se servirá el copetín por el que todos ustedes se han arreglado y han venido, como es gratis...

Ya me lo advirtió el vagabundo aquél: si echo Nesquick a la mezcla no me sale mármol, sino chocolate el bizcocho entero. También me dijo que sería esclavo de mi éxito y no le faltaba razón. Él lo dejó en la cima y se retiró a su casa de Bacon, Georgia, con su avión supersónico y su chica Ye-ye. Cuando la deudas lo acuciaron se vino al callejón de detrás del chino.

El caso es que llevo 3 días como 7 días trae la semana y me estaba yo pensando que ya era hora de alimentaros.

Os recomiendo encarecidamente que votéis en la encuesta, porque en ella se decide el futuro estructural del Blog. ¿Una musa?¿ Un archienemigo?¿ Un colaborador? En 4 horas lo sabremos.

Manifestad la soberanía de la que sois titulares.

A otra cosa. Hoy, si el tiempo lo permite, me voy a los toros. ¿Qué me pongo? Pues bigotito bajo, pelo engominado hacia atrás, camisa abierta hasta el ombligo, pantalones de pinzas y actitud, mucha actitud, esto es, Brummel, mucho Brummel.

¡Qué ilusión! Y yo lo digo en voz alta: ¡viva la Fiesta! Que los toros no son sólo el sacrificio del animal. Es mucho más. Y esto lo dice un entendido que debuta hoy en las Ventas con el tiempo en entredicho y el ánimo enfervorecido, que es como estará la plaza.

Pasa que como está el tiempo asín, pues no sé si se cancelará el evento. Si los toreros pisan el alvere ya cobran, con lo que saldrán a faenar. Mucho tiene que llover para que se recoja el chiringuito. Toquemos madera y que sea lo que Dios quiera.